domingo, 29 de mayo de 2011

365 días

Un año no basta pero trataré de usar 365 páginas que representan 365 días para enumerar todas las razones por las que no te cambio por nada.
Las fechas patrias, las fiestas de tu gente, los días que nunca son grises porque tú los llenas de color.
El azul del cielo y del mar, tus playas que me traen esperanza en cada ola. Tus montañas que me muestran la grandeza de las metas por alcanzar. La inmensidad de tus llanuras que me dan paz y tranquilidad.
Un café recién colado y el olor de la arepita en el budare me alimentan el alma para salir cada mañana a luchar por ti.
Tierra fértil por doquier, de solo mirarla brota la vida.
Riquezas minerales escondidas en tu vientre. Petróleo, oro, hierro, aluminio, muchos más que tal vez no hemos descubierto.
Paisajes imponentes, más allá de lo imaginable.
Una historia densa, llena de hombres y mujeres grandes, visionarios, líderes, intelectuales, guerreros, con determinación…pero más importante que todo eso, apasionados y llenos de orgullo por saberse hijos tuyos, que te defendieron cada uno en su época y sus circunstancias. Quisieron verte grande como te mereces.
Nosotros también, estamos trabajando para eso mismo, y no vamos a descansar hasta lograrlo.
Cada quien en lo suyo, y todos unidos por tu sangre corriendo por nuestras venas.
¿Quién puede decir que no hay futuro?
¿Cómo es eso de que aquí no hay nada que hacer?
Construir un país, sobretodo hacer patria, es sacar lo mejor de nosotros mismos y poner nuestras capacidades al servicio de esta misión.
Dime tú, ¿qué necesitas? Haz la lista y nosotros tus hijos nos ponemos en acción:
Arquitectos e ingenieros (en todas las especialidades) para concretar las ideas y aprovechar cada espacio para levantar todo lo que necesitamos: viviendas, hospitales, escuelas, industrias (todas las que podamos imaginar y más).
Maestros, que son los pilares de la sociedad que queremos, que formen a nuestros niños y jóvenes con mucho más que números y letras, también con valores y principios, consolidando la labor de los padres.
Estudiosos de las leyes, abogados, jueces, que garanticen el respeto y la convivencia dentro de un juego con reglas claras, donde nadie está por encima de la ley.
Médicos, enfermeros, estudiosos de la salud, que dan su vida formándose para ayudar a los demás, que sacrifican mucho por vocación, y deben ser valorados, respetados y admirados por todos.
Empresarios con visión y compromiso social, que arriesgan para ganar y apuestan por su país. Ofreciendo empleos dignos, con pago justo y beneficios para sus trabajadores.
Científicos entregados a su labor, apasionados por el conocimiento de lo abstracto para ofrecer aportes concretos a la humanidad, tratados con respeto y libertad.
Periodistas, escritores, actores, músicos, pintores, escultores; quienes dan el más sublime de los regalos a su gente: la cultura. Tendrán su lugar en una sociedad que sin ellos no podría llamarse como tal.
Así muchos más, todos tenemos que vernos reflejados y valorar el aporte que damos en la construcción de nuestra patria grande.
Con la vista hacia el futuro y seguros de la posición que nos toca jugar, vamos a levantarnos y salir cada mañana a poner nuestro ladrillo para levantar esta, nuestra Casa.

3 comentarios:

  1. Me agrada la diversidad de nuestro pais, descrita con pinceladas poeticas, reflejando el cristal del optimismo.

    Saludos

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  2. Querida Beatriz...¡HERMOSOS ESOS 365 DÍAS!
    Realmente no sabía "en que andas"...y QUE BIEN ANDAS!!!
    Gracias por reconocer que mi profesión es importante y necesaria para construir o re-construir nuestra patria...Te invito a tomar
    "un café recién colado y con arepita en el budare" para seguir compartiendo... ¡Sigue volando sin parar! Taide....

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