miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sin borrador

Aquí vamos, en vivo y directo esta vez. Hace ya casi dos meses que no lograba detenerme un momento por estos lados, pero que nadie crea que esta pequeña mentecita ha dejado de pensar y trabajar en el proyecto.
Dos meses ahorita me parecen años, cuando hago un recuento de las cosas que he vivido en este tiempo pareciera que no me va a alcanzar este cuadrito para contarles. Y en este momento me aparece un mensaje en la cara que dice: esto no se trata de ti Beatriz, ¿no te das cuenta que va mucho más allá?
Hoy no vengo con ningún discurso elaborado, vengo relajada, como si estuviéramos en la playa conversando un domingo cualquiera. Porque la vida es sencilla, uno se esfuerza bastante para hacerla complicada. Las decisiones en la vida se toman o no, podemos pasarnos semanas, meses, años tal vez, tratando de decidir que vamos a hacer, y mientras tanto cada minuto que hemos dejado ir se lleva la posibilidad de ver nuestros sueños hechos realidad. Todo por una simple razón, no nos decidimos. Tenemos dudas, ¿está bien esto? ¿o será que está mal? y simplemente no tomamos las riendas de nuestra vida.
No soy precisamente yo una experta en el tema, pero puedo decirles algo, la libertad que he experimentado desde que decidí escoger un Plan A en mi vida ha sido un fantástico regalo que Dios y la vida me tenían guardado.
Porque esta decisión no es solo un deseo intangible, una ilusión. Es un compromiso que hice conmigo misma, con mi país, y con todos los que de cualquier manera reciben este mensaje. Es una responsabilidad por supuesto, porque las palabras se las puede llevar el viento pero las acciones, los momentos vividos, eso es lo que finalmente permanece. Yo soy consciente de que falta mucho por hacer no sólo para difundir esta iniciativa, sino para hacer visible la realidad que me hace creer en Venezuela y querer quedarme aquí.
Lo vamos a hacer, ése es el compromiso. Estoy enamorada de este proyecto, porque siento que es como un camino por donde muchísimos queremos transitar, involucrarnos, trabajar por nuestro futuro, tocar un poquito las conciencias, provocar reflexiones. Yo sé que en esto andamos todos, no perdamos el ánimo nunca, cada uno de nosotros es protagonista en esta historia. Trabajemos juntos por ver nuestros sueños hechos realidad...por ejemplo yo...
Sueño con ver un pueblo orgulloso del gran país donde tuvo la bendición de nacer: Venezuela.