sábado, 28 de enero de 2012

ADN Hecho en Venezuela

No sé si son ideas mías o alguien más ha notado que los venezolanos somos una “especie” bastante peculiar. Traemos una historia tan compleja como reciente sobre nuestra espalda, y por más que nos hagamos los locos o los sabios, esa realidad nos persigue y nos atrapa muchas veces. 

Mi planteamiento anterior está referido a nosotros como sociedad, a como actuamos y vivimos como un conjunto de individuos que deciden vivir en comunidad y buscan la forma de ponerse de acuerdo para alcanzar mejores condiciones en su vida (personal, familiar, laboral, etc).

No tengo la más mínima duda de nuestra calidad humana y soy consciente de la gran cantidad de cualidades que tenemos los venezolanos, definitivamente somos gente de bien.

Podría decir que hoy estamos agobiados por muchas cosas y que estamos viviendo tiempos difíciles, y bla bla bla. Es cierto, no nos encontramos dentro de un cuento de hadas precisamente, pero si yo decido ver la realidad de manera objetiva y sin dejar que nada distorsione mi visión, me encuentro con que hemos evolucionado como sociedad. Nadie puede negar que hayan mejorado muchas cosas, cosas de las que importan, de las que hacen la diferencia en un pueblo, o mejor dicho que hacen patria. Básicamente me refiero a nuestra madurez y nuestro compromiso con el país.

Unos días atrás escuché en la radio una frase que me dejó pensando más de la cuenta, alguien decía: “Venezuela está destinada a ser grande”. Millones de veces había escuchado esas palabras, pero en ese momento y casi como una respuesta inconsciente pensé ¿será verdad eso, es ese realmente nuestro destino? ¿No será más bien que nos llenamos la boca con un orgullo vacío, que nos ciega y nos hace dar por hecha una grandeza que no hemos buscado, por la que no nos hemos esforzado? Fue muy duro y cruel ese pensamiento, pero me sirvió para reafirmar lo que mi corazón tenía bien claro y mi cerebro en ese momento dudó: nuestro destino es del tamaño de nuestra entrega y nuestro compromiso con esta tierra bonita que nos ha dado todo, así que no existen los límites para lo que podemos llegar a ser como País.

Pero hace falta algo más que grandes pensadores y estudiosos, de los cuales nuestra historia está repleta. Porque si a lo largo de los años los mensajes y enseñanzas de tantos grandes venezolanos que han aportado ideas valiosísimas no han encontrado su lugar en la sociedad, es decir, en el pueblo (donde estamos incluidos todos nosotros), hay algo que no se ha hecho bien. Podríamos hacer el ejercicio de buscar ese “algo” que no ha funcionado, y plantear una alternativa que sea factible y sobretodo vivible para transformarnos en ese País libre, educado, próspero y solidario que pareciera hoy dormir dentro de cada uno de nosotros. 

 Mientras meditamos al respecto y pensamos lo que haya que pensar no podemos quedarnos estáticos y dejar que la historia pase delante de nosotros sin meternos también a dar la pelea (es una metáfora por si acaso, soy fan número uno de la no violencia). Mi humilde opinión es que nos ha faltado poner los pies sobre la tierra, hablamos y hablamos pero no hacemos. Preferimos voltear la mirada antes de asumir que la pobreza sigue siendo una gran realidad, nos preocupamos solo de nuestros problemas y no miramos a quien tenemos al lado, no somos capaces de salir de nuestra gran muralla china interna para encontrarnos y mirarnos a los ojos como los hermanos que somos todos los venezolanos. Teorías hay muchas, demasiados números y estadísticas que se quedan ahí, en un papel que leemos y decimos ¡que bárbaro! Y luego pasamos la página como si nada.

No se trata sólo de salir a votar y decir que cumplí con mi deber, nuestro deber va muchísimo más allá. Ojalá algún día lo entendamos, y que ese día nos encuentre aquí mismo, sin haber tenido la necesidad de emigrar cuando ya no había más remedio. 

Tenemos una gran responsabilidad todos los que nos damos cuenta de lo que está pasando, y podemos emitir opiniones y ver quien está haciendo las cosas bien o mal. Porque si no pasamos del dicho al hecho seremos cómplices de aquello que criticamos. Por el contrario si comenzamos a actuar en el mismo sentido que van nuestros pensamientos, y logramos hacer concretas y visibles nuestras ideas para mejorar aquello que pensamos que no funciona o que puede hacerse mejor, entonces seremos coherentes y nadie podrá callarnos o hacernos bajar la cabeza.

Cada quien sabe donde puede poner en práctica la coherencia y la manera de hacer las cosas a la que me refiero, y estoy segura que muchos ya lo hacen. Sigo creyendo en mi país, me siento orgullosa de llevar este ADN que dice “Hecho en Venezuela”.

3 comentarios:

  1. Beatriz, esta muestra de tu blog, me encantó por varias razones, porque pienso lo mismo y porque escrito por una joven, me da esperanza y porque estoy segura que seremos grandes como país cuando aprendamos las lecciones. Estoy pendiente de leer los anteriores. Te felicito por tu iniciativa

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  2. Bienvenida por aquí Magaly! Muchas de esas lecciones las hemos aprendido y todavía falta un montón, pero tenemos esperanza y más que eso ganas de de ser grandes!! Muchas gracias por pasar por aquí, ojalá contemos con tu granito de arena: la experiencia. Un abrazo

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  3. Darte cuenta del progreso y del costo de ese progreso en la sociedad venezolana, ya sube el nivel promedio de conciencia en nuestro país. Estoy de acuerdo contigo en que no basta darse cuenta, si ello no produce una acción comprometida y sostenida en el tiempo. Esta acción no se da, ni en Venezuela ni en cualquier otro país, a menos que la persona, el grupo o la comunidad no haya superado la barrera del propio egoísmo y elija actuar en pro del bien común y no solamente del bien personal. El facilismo, la mediocridad, la avidez típicas del corrupto venezolano sólo evidencian en que punto está cada quien en la escala evolutiva...y que dejó de hacer con los recursos y oportunidades que tuvo en vida es el tema que ventilará en tribunales más altos que cualquier tribunal humano, ante su propia conciencia desnuda, sea presidente o no. Próximamente habrá un artículo sobre la Libertad de Expresión en http://raguniano.blogspot.com/ que podrás leer junto a otros temas también polémicos que son tratados en ese blog, y que esperan tus comentarios.Un cordial saludo! Gustavo

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