viernes, 25 de marzo de 2011

Me quedo en Venezuela...lo decidí

14/03/11 

Nombre: Beatriz Andrade
Edad: 32
Lugar de nacimiento: Maracaibo (Clínica Paraíso, diagonal a Fin de Siglo 5 de julio)
Padres: Maracuchos
Abuelos maternos: Gochos (Mérida – Táchira)
Abuelos paternos: Zulianos (Maracaibo - La Cañada de Urdaneta)
Familia materna: 14 hermanos, más esposos, y más de 60 primos, varios primos segundos
Familia paterna: 7 hermanos, más esposos y 9 primos (nieta mayor

Estudié en Maracaibo toda la escuela, bachillerato y universidad.
Trabajo en Caracas, me encanta vivir en la capital.

¿Porqué tomé la decisión?

Los primeros cercanos en irse fueron mis tíos preferidos, destino: Florida USA. Hace 15 años por lo menos, siguen allá. Así, poco a poco, familiares y amigos se han ido. Muchos de mis amigos más cercanos se fueron.

La primera vez que voté fue en 1998, ganó Chávez. A mí no me engañó, a muchísimos sí…las razones las entiendo cada día más: injusticias + ignorancia + demagogia + pobreza + miseria + petróleo + delirios de grandeza + comunismo trasnochado y mal interpretado + viveza criolla + miles de otras circunstancias que nos llevaron o trajeron a ESTO.

Desde ese momento he votado en todas las elecciones, siempre contra el proyecto Chavista. Algunas he ganado, bueno muy pocas. Muchas he perdido, demasiadas.
Emocionalmente ha sido una montaña rusa, donde he pasado por impotencia, tristeza, tal vez odio (no tanto como “odio” pero sí arrechera), resignación, miedo (terror), incertidumbre. Pero también aprendizaje, entendimiento, comprensión, curiosidad. La curiosidad me hizo interesarme por conocer la historia, tampoco es que me la sé alpelo pero poco a poco ese conocimiento me fue llevando a sentir otras cosas muy diferentes y desconocidas para mí. Estoy segura que esos sentimientos estaban dentro de mí desde siempre, sólo que estaban dormidos o anestesiados por falta de uso. Fue entonces cuando comencé a sentir orgullo por mi País, pertenencia, solidaridad con mis compatriotas, compromiso, esperanza, ganas de luchar.

Comencé a trabajar en Polar el 16 de agosto de 2004. Nunca olvidaré ese día porque justo el día anterior perdimos el primer referendo revocatorio presidencial. ¿Quién puede olvidar eso?

Llegué a mi nuevo trabajo, en la mejor empresa de Venezuela. Había conseguido un puesto fijo en una competencia para un cargo que nunca había ocupado una mujer, y quedé yo. ¿Pueden imaginar mi emoción? El reto era grande porque tenía que trabajar en turnos rotativos, algo que nunca había hecho una mujer en esa planta, o sea, iba a amanecer trabajando con puros hombres y yo tenía que decidir si el producto salía a la venta o no (control de calidad). Asumí ese reto, yo misma soy le dije al gerente de la planta.

Pero volviendo al tema del primer día de trabajo, ¿cómo podía estar feliz si el día anterior Chávez ganó esas elecciones? ¿Quién me iba a recibir con alegría en la planta? Probablemente muchos ese día ya estaban pensando en cómo iban a hacer para largarse rápido de este país antes que todo se jodiera. Pero yo sí estaba feliz, al menos bastante contenta. Iba a poder ayudar a mi familia que estaba pasando por momentos económicamente difíciles como una gran parte de la clase media venezolana, que hasta hacía poco tiempo se sentía estable y segura con su trabajo, los hijos sólo se preocupaban por estudiar para salir adelante y tal como los padres lo habían hecho, lograrían mejorar su calidad de vida con respecto a la generación anterior. Eso ya no se estaba cumpliendo, los hijos ni en sueños podían acceder a una vivienda propia, de vaina se graduaban en la universidad y encontraban trabajos con sueldos majunches que no le alcanzaban si no para el pasaje y una que otra cosita.

En fin, desde ese día hasta hoy el país ha cambiado casi tanto como yo misma. Puede parecer demasiado ingenuo pero siento que hemos evolucionado (el país y yo pues).

Amo mi trabajo, me apasiona muchísimo lo que hago y no lo hago por dinero. Tengo que aclarar que trabajo en una empresa de las que pensé que no existían, económicamente hablando tengo una estabilidad que valoro muchísimo, cuento con muchos beneficios no sólo para mí sino que he podido ayudar a mis padres y hermanos. Sin embargo, no tengo la posibilidad de adquirir una vivienda propia para mí. Eso no es una queja, simplemente quiero plasmar una realidad en estas líneas (que se pueden convertir en páginas), la realidad que vivimos los jóvenes trabajadores venezolanos. Mi capacidad de ahorro es bastante limitada, por las razones que todos sabemos. Sin embargo, tengo que decir que vivo bien, como bien, no dejo de dormir pensando en cómo voy a pagar las deudas, y hasta puedo hacer un viajecito una vez al año o cada 2 años.

Claro aclaremos un punto, estoy soltera y no tengo chamos, ese es un gran detalle. No me quiero imaginar cómo serían las cosas con la responsabilidad de un hijo, comida, pañales, colegio, etc, etc, etc…

Muy bien, hemos llegado al meollo del asunto. Sentir orgullo por mi país, sentir esperanza en el futuro es bueno pero no es suficiente. La palabra compromiso nunca me había sonado tan fuerte en el alma como ayer, escuchando a Lorenzo Mendoza y recordando la historia de Empresas Polar. 

Una gente que ya tenía plata, ¿para que se metieron en ese rollo de ser empresarios en Venezuela? ¿Qué es eso de estar invirtiendo en este país y de paso tratando bien a sus trabajadores?? ¿ Qué les pasó a esos locos vale? Y de paso siguen aquí, se van a estudiar fuera y ¿¿REGRESAN??? ¿Qué es esto pues?

Pues no, es en serio, esta familia se comprometió con Venezuela. Por si acaso no voy a extenderme mucho con el tema, porque no quiero que nadie piense que me lavaron el cerebro los Mendoza, ni mucho menos que estoy jalando bolas, nada más lejos de la realidad. De hecho le comenté mi idea de hacer algo a Lorenzo, y estoy comenzando a hacerlo hoy, para de alguna manera difundir el mensaje, la idea o como se llame, de que este país nos necesita a todos, y todos tenemos mucho que hacer aquí, el punto es que no nos vayamos, que nos quedemos a echarle bolas, que sí se puede y no es una idea suicida (después entraremos más en profundidad sobre ese “issue”). Pero también le dije que mi compromiso va más allá de trabajar en Polar o no, que si por alguna razón me tocaba dejar la empresa (no la quisiera dejar nunca), yo no me iba del país porque así sea vendiendo empanadas estoy segura que puedo salir adelante y prosperar aquí; claro siempre y cuando las empanadas las haga otra persona porque si las hago yo no vendo ni media!!

Bueno hasta aquí lo dejo hoy, me encantó la experiencia así que creo que seguiré y hasta me da miedo porque sospecho que me voy a enviciar.

6 comentarios:

  1. Hola
    De alguna manera comprendo tu propuesta,o tu idea, o como sea que lo llames; en mi entorno y a solas he "filosofado" al respecto. Por qué la gente se va a hacer en otro pais lo que no hace en el propio? por que en otro pais hace sacrificios en nombre de su bienestar que no hace en el propio?. Las respuestas llegan rapidito, en este pais recibimos inmigrantes a montón en la postguerra, luego de la guerra civil española, vecinos acechados por la guerrilla, las dictaduras y la pobreza en sus países,falta de oportunidades,falta de educación.... Es eso realmente lo que esta pasando en nuestro país ahora para salir huyendo despavoridos? Aun hay esperanzas, oportunidades, para el comun de los mortales? Viviré yo en una burbuja y soy una rolo de afortunada? etc etc y aqui puedo seguir un rato mas... Pero ciertamente hay realidades aplastantes y comportamientos de nuestra sociedad como colectivo que desilusionan al mas pintao.... Somos indiferentes, muy indiferentes a lo que pasa en nuestro entorno.Por ahi tengo un libro que puedo prestarte y podemos comentar..Te apoyo por q debemos movernos a la reflexion y despues a la acción... Podemos seguir hablando de esto cuando gustes! Un abrazo YOKO

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  2. Gracias por tus comentarios Yoko! Es lo que quisiera promover, al menos que hablemos del tema en público y en voz alta, por algún lado comenzarán a moverse las fibras...y por supuesto que bienvenido el libro, y muchísimo mejor las conversas!!

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  3. Querida Bea: A pesar de q te conozco poco , me has movido el piso con tu plan A. Me encanta la forma q esta tomando el blog pero, hay q concretar una idea y poco a poco creo q vas a lograr mucho. Por mi parte cuenta con mi apoyo pues estaré reenviando y divulgando tu página a cuanta persona se me ocurra.
    Así es q REACTIVADO tu PLAN A!!
    Un beso y mucho éxito!!!!
    María Alejandra Casado de Leoni.

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  4. Saludos Beatriz!, gracias por tu visita y comentario en mi blog.

    Comparto buena parte de tu escrito, lo único es que para mi el problema no es Chávez sino todos nosotros, los políticos hasta Chávez y todos los que vengan después de él también y los no políticos que somos quienes tenemos la mayor responsabilidad de querer a nuestro país, cuidarlo, protegerlo y también querernos, respetarnos y protegernos entre nosotros. Antes de Chávez las cosas iban muy mal también y lamentablemente luego de que él se vaya seguirán mal... a menos que cambiemos nuestra mentalidad.

    La unión verdadera, la solidaridad profunda pero sobre todo la conciencia de la urgente necesidad de un cambio cultural en nuestras mentes es el mayor reto de esta sociedad, de cada uno de nosotros, de ti y de mi.

    El día que le comenté a mi jefe que quería irme del país él me dijo: "pero bueno, y si todos se van ¿Quien se va a quedar aquí para arreglar esto?". Muy buen punto. Como el tuyo

    Saludos!

    Davidache

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  5. Hola Beatriz, llegué tarde a la película, en este caso tu blog, pero me vine al principio para no perderme nada. Te felicito y tambien esta viejita que casi te duplica en edad, concuerda con tu plan A y como dijo Laureano, el plan B es echarle bolas al plan A

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  6. Tarde? Jamás!! Justo a tiempo para aportar muchas cosas...le estamos echando un cerro!!

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