domingo, 28 de octubre de 2012

La cruda verdad


Y así fue como perdió Capriles, es decir, ganó Chavez…de nuevo.

Diario de una optimista (ilusa tal vez?)

¿Qué perdí? La inocencia política, el tapaojos electoral.

¿Qué gané? La experiencia invaluable de haber contribuido con mi esfuerzo y mi trabajo por una causa en la que creí y sigo creyendo. Convivir durante muchas horas con jóvenes (en su mayoría) que se fajaron con entusiasmo y pasión para darle base objetiva y numérica al proceso que se desarrollaba el 7 de octubre de 2012; desde una sala de totalización del Comando Venezuela donde tenía que estar continuamente en contacto con nuestros testigos en los centros de votación de todo el país, para contar los votos al finalizar la jornada. Duro trabajo, pero valió la pena.

No traigo un análisis de los acontecimientos, lo que pasó, pasó. Todos lo sabemos.
Al final del día, recibir los resultados en ese lugar y rodeada de tantos chamos, fue muy duro. La reacción de los chamos (los voluntarios que estuvieron haciendo llamadas como locos todo el día) fue un abreboca para lo que vendría a continuación: llanto, rabia, tristeza, gritos, puños contra las paredes, tirarse al piso a patalear. Y el comentario general “ahora si me voy de este país”.

Mi teléfono reventando con mensajes, preguntando ¿qué pasó? ¿Es verdad? Hicieron trampa, ¿cierto?

Los pocos mensajes que contesté fueron para decir: es verdad perdimos, no crean en cuentos de trampa o fraude, la realidad es dura pero hay que afrontarla. Entre esas pocas personas con las que hablé estaba mi primo, que se echó el viaje hasta New Orleans para votar. Me sentí en la responsabilidad de no abandonarlo en ese momento, porque ese ánimo y esa voluntad que lo llevó a hacer un esfuerzo tan grande para dejar su huella en la historia votando no podía perderse. Mi sorpresa fue su actitud positiva, coincidimos inmediatamente en la reflexión de que hay mucho por hacer, que esto fue un gran paso y que tenemos que seguir dando pasos de gigante.

Me fui a dormir sin ver la tele, no vi ni a Capriles ni a Chavez, tenía suficiente información que procesar en mi cabecita como para saturarla con más. Ahí comenzó la sucesión de descubrimientos o los tortazos en la cara, como prefieran llamarlo. Lo primero: mañana hay que ir a trabajar; con lo cansada que estoy, el estómago agujereado con tanto café y cigarro durante el día, la espalda pidiendo clemencia, la cabeza casi aplastada por la presión, igual mañana tengo que trabajar. Así que me tomé una pepita mágica (perfectamente legal, por si acaso) y luego de respirar profundo caí en la nube del sueño.

El lunes temprano me encuentro con mi camisa nueva, la había comprado para ponérmela ese día que sería de celebración. Era roja por cierto. El dilema: me la pongo o no. ¿Porqué no? No tengo nada que celebrar pero tampoco nada por lo cual estar de luto, yo perdí con dignidad y ese día comenzaba una nueva etapa de la lucha, así que plancho mi camisita y enfrento este día como lo que es, un nuevo reto al que no le tengo miedo.

Hace tiempo había dejado de usar ropa roja, por razones obvias. Pero entendí que mientras yo lo permita me van a quitar todo lo que puedan, incluso los colores. Me han dicho que el rojo me queda bien, ¿y entonces? ¿No lo voy a usar? Otro tortazo, tú misma te autoimpones unos patrones de conducta basada en no parecerte a “ellos”. Pues te cuento que “ellos” no son de otro planeta, son venezolanos igual que tú, y tienen exactamente los mismos derechos que tú. Mientras más intentes imponerte, y pretendas que tu verdad es la única, estás construyendo un muro que te separa y te aisla.

Así llegué a la oficina solo para encontrar lo que sospechaba, mucha tristeza y rabia, pero sobretodo impotencia. Todos sentimientos válidos para un momento como ese, es verdad.
¿Porqué yo no he llorado a estas alturas? No tengo idea. Estoy tranquila, siento paz, esto es muy raro. Recuerdo la última vez que perdimos unas elecciones, por poco no voy a trabajar, estaba de luto total, había llorado toda lo noche. Esta vez es diferente, me siento inexplicablemente optimista. Estoy contenta de haberme metido en este rollo del Plan A, me parece que hoy tiene más sentido que nunca. Será porque soy una muchachita rebelde y mientras muchos se cuestionan su permanencia en Venezuela después de esta derrota, yo veo más claro que aquí es donde quiero y tengo que estar.

Ponerme a analizar los acontecimientos sería redundar en lo mucho que se ha dicho, bueno o malo. No es la idea. Precisamente por eso no me había sentado a escribir sobre esto. No estoy haciendo esto para seguir una moda, y hablar de cosas trilladas solo para figurar en el mundo de la opinión (para lo cual no creo estar calificada de paso). Respeto todas las opiniones y análisis de los estudiosos, filósofos, políticos, etc. De hecho he tratado de leer suficiente en estas semanas, como para formar mi propia opinión sobre el tema. Y la quiero compartir solo para contribuir de alguna manera a lo que pienso es lo importante, nuestro futuro.

Así como antes dije que creía en Henrique Capriles y que finalmente iba a votar a favor de alguien y no en contra de Chavez, hoy debo ratificarlo. Me siento orgullosa de haber confiado en él, y trabajado por su triunfo electoral. Su reacción ante la derrota fue valiente, no me defraudó como electora. Otro personaje que me ha inspirado admiración, confianza y optimismo es Ramón Guillermo Aveledo desde su posición como vocero de la MUD. Esas son cosas que tengo que contar entre lo que gané de esta experiencia también.

¿Que hubo fallas? ¿Que se pudo hacer un mejor trabajo? Y así tantas interrogantes. Es verdad, son legítimas y ciertas. Pero no voy a poner eso por encima de los logros alcanzados.
Por supuesto que es mucho más fácil lanzarse a la queja colectiva, a la depresión, la impotencia, el desánimo, el miedo, y pare usted de contar. ¿A quién le estaríamos haciendo el juego? ¿A quien le interesa que caigamos en esos sentimientos y que los esparzamos por todos lados? Uno pensaría que todos estamos claros en la respuesta a esas preguntas, pero al parecer no es así. Ahora resulta que nos tienen que rogar que vayamos a votar en diciembre, que nos deben tratar como niños malcriados para que hagamos la tarea. A mí me da vergüenza, pero por lo que he podido ver eso es lo que queremos.

Desde mi pequeño rincón me he dedicado a tratar de entender porqué no logramos convencer a los que nos faltaba convencer para ganar estas elecciones. No podemos dejar de ver que se hizo un gran trabajo, fueron muchos los que se unieron a la causa, muchos! Somos casi la mitad los que queremos un cambio para el país, eso no es poca cosa. Por más que nos guste decir que los que votaron por Chavez fueron obligados, pagados, engañados, yo sé que no es verdad. Y como la verdad duele (aunque suene cursi), no queremos detenernos a mirarla. Sí, hubo irregularidades, ventajismo, amedrentamiento, pero dudo mucho que eso haya sido la causa de la victoria del Presidente. Resulta que hay una gran parte del pueblo que cree en este “proceso revolucionario” y tiene todo el derecho del mundo de hacerlo, tiene derecho a sus sueños. ¿Cuál es nuestro trabajo y nuestro aporte? Darles razones para creer que nuestras propuestas son mejores, y sobretodo que los incluyen a ellos, nos incluyen a todos. Yo creo que aquí todos somos responsables de esto, porque nadie puede negar que existe todavía mucha discriminación y mucha paja mental de creernos superiores (los opositores). Un comentario muy crudo que escuché aquel lunes post electoral me ha hecho reflexionar bastante, lo traigo aquí porque tenemos que madurar y poder decirnos las cosas como son, sin medias tintas ni frases bonitas para endulzar la realidad. Fue una experiencia de un compañero de trabajo que escuchó a alguien comentar que la señora que le ayudaba en  casa fue a pedirle ayuda porque su esposo había tenido un accidente y necesitaba una silla de ruedas, y esa persona le dijo a la señora que fuera a pedirle la silla a Chavez. Hasta ahí la historia. Ahora yo me pregunto, si obviamente Chavez (me refiero a cualquier institución o grupo gobiernero) le dio la bendita silla de ruedas al esposo de la señora mientras yo me burlé de ella y la humillé de esa manera, ¿cómo pretendo convencerla de que vote por quien yo le propongo? ¿Con qué cara le puedo decir que quiero un mejor país para ella y para mí?
No quiero decir que estas situaciones sean una realidad generalizada, pero necesitamos un buen sacudón como ese para darnos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. Si no actuamos de acuerdo a lo que decimos, no solo no estamos haciendo nada por el cambio, más allá de eso estamos sepultando la posibilidad de hacerlo realidad.

El tema no es comprarle la silla de ruedas, porque no es nuestra responsabilidad. Es hacerte solidario con la dificultad de esa persona, ayudarla a buscar opciones, ponerte en su lugar. Si al final es el gobierno quien se la da, igualmente tu interés y tu disposición de ayudar va a marcar la diferencia.

Es un pequeño ejemplo, que puede englobar muchas situaciones y experiencias. ¿Nos sentimos identificados? ¿Vamos a promover el cambio desde nuestros actos cotidianos o vamos a seguir esperando que nos caiga del cielo?

Se quedan muchas ideas en el teclado, ya tendremos tiempo para seguir reflexionando juntos. Mientras tanto ¿qué tal si nos activamos? El camino se hace andando dicen por ahí, vamos pues, que nadie se quede atrás.

8 comentarios:

  1. Muy acertado tus comentarios. Lastimosamente se escucharon comentarios muy degradantes hacia los que votaron por el gobierno actual y viceversa. Con una actitud así, cómo pretendemos que el país va a mejorar? Como lo comentas, por qué las personas que están a favor del gobierno van a cambiar su parecer cuando hay odio y discriminación a cualquiera que apoye a Chávez (y viceversa)? No digo que ellos son las víctimas ya que el fanatismo es de ambos lados, pero los venezolanos, chavistas y oposición, deben ser mas tolerantes y enfocarse a aportar en vez de buscar culpables por todo lo que pasa.

    ResponderEliminar
  2. The uggly truth, no primo?
    Pero hay que decirla y enfrentarla, porque sí se puede cambiar. Cuando nos sentimos aludidos y no nos hacemos los locos si no que actuamos coherentemente con lo que pensamos y decimos, ahí comienza el cambio, y eso no lo detiene nadie. Un abrazo Billy

    ResponderEliminar
  3. Estoy de acuerdo!! Debemos reflexionar. Que hacemos cada uno por atraer personas que estan a favor del oficialismo y otros que estan en contra de la oposicion??
    Tenemos que ponernos en marcha, no solo ir a votar, sino ser mas activos.
    Muy bien Beita!!

    ResponderEliminar
  4. Bea, siempre estoy pendiente de tu Blog :)
    Estoy totalmetne de acuerdo con tu reflexión. Además estoy rogando que a estas mismas conclusiones también hayan llegado muchas más personas. Tal vez los ganadores no tengan oportunidad de reflexionar mucho porque están abrumados con el triunfo, pero más importante para
    mí es el cambio de mentalidad de las clases medias y altas.
    Te felicito que hayas usado una camisa roja, y que sigas usando los colores que quieras. No porque un partido político te lo va a quitar, sino porque estas confrontando a la gente... te van a identificar con un grupo? Te van a rechazar? El rechazo a usar un color por miedo a ser identificado con el "chavismo" es un ejemplo perfecto ejemplo del problema. Las personas en Venezuela no pueden salir de la opinión de la "Masa". Los opositores estan firmes en su posición, y les cuesta ver las cosas buenas del Gobierno, que haya un cambio realmente social (la clase obrera está realmente por primera vez protagonizando la escena política venezolana... el que no acepte eso es porque no conoce la Historia Venezolana) y dar opiniones positivas los tilda de una vez como "Chavistas" y falta escuchar los comentarios de odio que vendrán despues... (mi experiencia con un comentario en FB fue así).

    Entre el Chavismo ocurre exactamente lo mismo, alguien que diga un comentario que podría sonar "capitalista" es escualido, automaticamente. Tal vez hasta corran con consecuencias de perder ayuda del gobierno, en realidad no estoy 100% segura, pero no creo que mi suposición no debe estar muy lejos de la realidad.


    estos extremos de la Sociedad (porque no soy partidaria de echarle la culpa a un discurso presidencial) han anaquilado 100% el pensamiento crítico de las personas, nadie puede dar su opinión libre, nadie puede formarse su opinión porque va a ser discriminada, aniquilada y reducida a un grupo.

    Yo siento mucha lástima, sin embargo luego de leer tu post estoy muy contenta que la situación polícia de Venezuela puede llevar a cambios positivos. Tal vez haya que ver lo positivo, y seguir trabajando.... me encanta ese pensamiento.
    Estoy segura que de estas crisis sociales solamente surgen individuos más críticos y libres.

    ResponderEliminar
  5. Debemos ser libres,críticos pero sobretodo coherentes. Mi posición con respecto a la "revolución" es la misma de siempre, pero prefiero combatir con ideas y argumentos antes de insultar. Bienvenida a seguir trabajando Yudith, seguir trabajando para hacer la diferencia y actuar de acuerdo a esos pensamientos e ideales...ojalá regreses a Venezuela luego de tus estudios, y tengas la suerte de vivir en primera persona esa historia del país que se sigue escribiendo. Un abrazo amiga, TQ

    ResponderEliminar
  6. BUENO EL COMENTARIO,ES QUE ENREALIDAD ,EL PRESIDENTE HUGO CHÁVEZ HA HECHO MUCHO POR EL PAIS Y POR LOS QUE MAS NECESITAN Y ES POR ESO QUE GANO,NO HAY OTRO MOTIVO PARA PENSAR,LO UNICO QUE DEBEN ES ANALIZAR LOS COMPORTAMIENTOS DE LOS PRESIDENTE CARLOS ANDRÉS PÉREZ,EN SU PRIMER GOBIERNO QUE TUBO ,Y DERROCHO TODO EL DINERO DEBIO PENSAR PRIMERO EN VENEZUELA EN LA EDUCACIÓN EN LA SALUD Y LA ALIMENTACIÓN ,VIVIENDA Y DE LOS MAS NECESITADOS ,EL GOBIERNO JAIME LUSINCHI QUE MALGASTO TAMBIEN LOS RECURSOS DEL PAIS Y EL GOBIERNO DEL COPEYANO LUIS HERRERA CAMPIS ,FUE QUIEN DEVALUÓ LA MONEDA EN VENZUELA Y SE PUSO PEOR .Y LUEGO NUEVAMENTE VIENE CARLOS ANDRÉS YA VETERANO Y NO HACE NADA POR VENEZUELA SINO QUE SE ENTREGA AL FONDO MONETARIO PARA QUE NOS MANEJARAN A SU ANTOJO, LA ESTABILIDAD DEMOCRATICA SE PIERDE POR SU MALOS MANEJOS Y EN VISTA QUE NO HABIAN RECURSOS PARA CANCELAR LOS SUELDOS Y LOS PRECIOS DE LA GASOLINA SUBEN Y LOS ALIMENTOS LO MISMO LA EDUCACIÓN POR EL SUELO NO HAY VIVIENDA PARA LOS POBRES ,SEÑORES PIENSEN POR ESO SE PIERDE Y SE SEGUIRA PERDIENDO ,VIVA HUGO RAFAEL CHÁVEZ,VIVA EL P.S.U.V. UH AH CHÁVEZ NO SE VA




    Luis Herrera Campins

    ResponderEliminar
  7. Gracias por participar "Luis Herrera". Bienvenido el comentario. Malos o buenos gobiernos anteriores, también forman parte de nuestra historia democrática y también los eligió el mismo pueblo que tiene 14 años confiando en Chavez.
    Lo que buscamos aquí es entender cómo podemos nosotros contribuir desde nuestros espacios al cambio que todos sentimos que el país necesita, sin que nos separe la posición política.

    ResponderEliminar
  8. En diciembre 2010 tuve la dicha de conocer a una maracucha que atendió a un curso que dicté en CIAP UCAB. Supuestamente, yo le iba a decir como Gerenciar su entusiasmo. Si Luis!
    Esa maracucha ha resultado ser una maestra de vida para mí! Gracias Dios y Chinita bella por poner en mi camino de vida a una persona tan especial como Beatriz Andrade.
    Bea, Dios bendiga esa mente, ese corazón y esa mano que es capaz de escribir reflexiones tan profundas y hermosas a la vez.
    Gracias por demostrar que tu eres una de las venezolanas que te niegas a pertenecer al "club de los standards" y perteneces al club de las personas que tienen actitud 24/7 dispuesta a dar lo mejor de sí siempre, independientemente de lo que ocurra afuera.

    ResponderEliminar